jueves, 5 de julio de 2012

UNA OPOTUNIDAD


La felicidad parece, en algunas ocasiones, tan lejana y ajena a nosotros mismos que nos hace sentir hundidos en nuestros propios pensamientos negativos y oscuros. Hoy Cristo nos vuelve a decir: “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar...” ese es el gran problema, que no acudimos a quien tenemos que acudir y buscamos la felicidad en otras partes. Cristo nos da la alegría que brota desde lo más profundo de nuestro ser y esa alegría se trasforma en felicidad continuada y contagiosa. No olvidemos nunca que este tiempo de verano es un regalo para reencontrarnos con nosotros y nosotras mismos/as, con los demás, con la naturaleza y sobre todo con DIOS… disfrutemos de esta oportunidad y cambiemos lo pesimista en oportunidad, lo negativo en retos y la tristeza en un resorte que nos ponga en acción.

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